EDITORIAL:
DUELO POR LA MUERTE DEL EX PRESIDENTE NESTOR KIRCHNER.
UN POLITICO QUE MURIÓ CON LAS BOTAS PUESTAS.


La muerte súbita del ex Presidente causó estupor y abre una etapa de grandes incertidumbres en la República Argentina.
Ahora comienza a construirse la historia de este hombre, que instaló en nuestro país una etapa diferente en la forma de gestionar el Estado. Se dirán muchas cosas, pero lo que nadie podrá poner en duda es que luchó por su forma de concebir la política hasta el ultimo día de su vida. Nadie podrá decir que se acomodó en su poder, que era mucho. No hay dudas que pagó con su salud su coherencia.
En el 2003, cuando accedieron al gobierno, el estado argentino estaba en quiebra económica y política.
Las funciones primordiales de todo organismo de gobierno, definir el valor de la economía, regular las fuerzas y los intereses para que no destruyan la sociedad, imponer los intereses de un sector sobre los demás, definir el proyecto de país y gestionarlo, etc., todas estas funciones de un estado capitalista, estaban destruidas por la acción de los gobiernos títeres del imperialismo, impuesto a la nación por medio del FMI al servicio de las multinacionales.
El capital histórico recibido por Alfonsín al ser derrotada la dictadura, la oportunidad de la democracia del 83 fue dilapidado en 20 años, rematando las riquezas del país y convirtiendo la nación en una semicolonia.
Nestor Kirchner demostró que el Partido Justicialista, en sus diversas versiones ideológicas, era el único partido del sistema capaz de reconstruir el Estado.
El primer presidente patagónico instaló un recambio generacional en la política y cambió el rumbo neo liberal de las décadas anteriores.
Por cual proyecto remplazó el neoliberalismo, es aun una pregunta en el aire y esta indefinición ideológica será el lado flaco de la Señora Presidente, hoy su viuda.
El estado que reconstruyeron es un estado débil, los movimientos sociales y las presiones de las clases explotadoras lo arrinconan.
Un dato es relevante de su gobierno: decidió e impuso con mano férrea la eliminación de las armas letales en la represión de los movimientos sociales.
Esta victoria democrática le fue impuesto por los movimientos de Derechos Humanos y sociales.
En nuestro país, donde la violencia contra el pueblo ha sido la forma de gobernar de los explotadores siempre asociados al imperialismo, donde el asesinato ha sido la manera de resolver los conflictos, la eliminación del poder de fuego del estado contra la sociedad, fue un cambio histórico y el reconocimiento de que tras la dictadura, la sociedad había definido una linea que no se puede pasar: la represión mortal, sea legal o ilegal.
Nuestro país abrió una nueva etapa de su historia, cuando el pueblo derrotó en la calle a los gobiernos que destruyeron la nación, en diciembre de 2001. Las luchas ejemplares del pueblo argentino pusieron fin a esa etapa. Hoy, las victorias de los Derechos Humanos son una referencia mundial y la base jurídica de la Justicia Internacional, las respuestas populares a la crisis capitalista, a través de la gestión empresarial de los trabajadores en las empresas sin patrón, la lucha por los derechos sociales y laborales, han instalado un nuevo escenario histórico, un escenario que fue definido por la reconstrucción de las organizaciones de lucha.
El expresidente que falleció ayer, hizo del doble discurso, su forma de gobernar, cediendo desde un estado debilitado y maniobrando para mantener los intereses de los explotadores y expoliadores.
Esta etapa quedará con el nombre de Nestor Kirchner, pero en definitiva, su papel se basó el en bailar un baile en el que la música la pusieron los verdaderos actores de la historia: las masas populares y el imperialismo.
Descanse en paz.
Diego Arcos