A 40 AÑOS DE LA MASACRE DE TRELEW, LLEGA LA JUSTICIA, SE ACABA LA IMPUNIDAD.
El 22 de agosto de 1972, a las 3.30 de la madrugada patagónica, nacia el terrorismo de Estado en la Argentina.

Oficiales i suboficiales de la Marina, entraron a las celdas donde estaban encarcelados 19 militantes de las organizaciones guerrilleras, les dispararon con metralletas y luego les dispararon el tiro de gracia.
Cuatro lograron sobrevivir, lo que demuestra que los militares argentinos son unos perfectos inútiles.
Pedro Bonet, de familia catalana, uno de los supervivientes del fusilamiento le dispararon en la nuca 12 horas después.
Los tres que sobrevivieron heridos, acabarían desaparecidos durante la dictadura del general Videla.
Estos militantes revolucionarios habían logrado fugarse del penal argentino de máxima seguridad, luego de coparlo or completo. El primer grupo de liberados había logrado huir a Chile, en un avión previamente secuestrado, los que luego serian fusilados, no pudieron llegar a tiempo al aeropuerto.
Se habían entregado luego de las garantías del gobierno y de la Marina por su seguridad, el 15 de agosto. Tres días después, habiendo sufrido torturas y vejaciones, los asesinaron con impunidad y cobardía.
EL TERRORISMO DE ESTADO SE ESTRENABA:
Esa fecha marco la historia de la Argentina, cuando alguien dice: el 22 de agosto, no hace falta agregar nada, todos sabemos que se refiere a la masacre de Trelew.
Hasta ese día, la represión política de los gobiernos argentinos, ya fueran constitucionales o dictaduras, recurrían al asesinato de trabajadores, militantes y disidentes. El cambio consistió en la acción de un fusilamiento como parte de una decisión institucional, debatida en la mesa del gabinete presidencial, como una política de estado, para utilizar el terror como arma de disuasión política.
Las víctimas estaban totalmente neutralizadas y se habían entregado ante un Juez y los representantes gubernamentales. NO se los fusilo para que acabar con sus actividades subversivas, sino para escarmentar al pueblo.
LA MANO DE LA CIA, LA ACCION CRIMINAL DE LA DEMOCRACIA DE LOS EEUU:
El Capitán Sosa, quien organizo el fusilamiento y lo ejecutó, no sin antes anunciarles que “Conocerían el terror antiguerrillero”, además de ser miembro de la Marina de Guerra argentina, era agente de la CIA. Sosa huyo del país protegido por el espionaje yanqui y trabajo para ellos hasta que fue detenido y extraditado a la Argentina, para ser juzgado.
Pero Sosa no era un delincuente, era, es un profesional del terror y las armas. La evaluación de cualquier acto criminal incluye el grado de eficacia de los criminales. En este sentido Sosa y sus subordinados son unos ineptos. Además de cobardes y traidores, unos inútiles. Un profesional de las armas, que intenta fusilar a 19 jóvenes, desarmados y encarcelados, sin ninguna posibilidad de resistencia, y sobrevive una cuarta parte de las víctimas, es un inepto y un ser despreciable, que se jacto de haber disparado tres tiros de gracia al vientre de una de las militantes, embarazada de 5 meses, la compañera de Mario Santucho, Ana María Villarreal de Santucho.
La represión contra las familias de los asesinados continuó en el tiempo. La Familia de Mariano Pujadas, fue secuestrada y asesinada en Córdoba en 1975, durante el gobierno de la Viuda de Perón.
La masacre de Trelew cambio la historia argentina, pero no sólo por la brutalidad e impunidad de los criminales, sino por la resistencia y movilización de la ciudadanía, por la persistencia en la búsqueda de la Justicia.
La respuesta popular al fusilamiento, les demostró a los represores y a la misma CIA, que no podían ya actuar de esa manera.
A raíz de lo que significó Trelew, se decidió aplicar el método de la desaparición de los detenidos, se adoptó la táctica francesa, desarrollada en Argelia, del secuestro y la desaparición. Método en el que el Estado asume una práctica en contra de sus propias leyes, para no enfrentar a las masas que ejercen los Derechos Humanos.
En este aspecto, el juicio por la masacre de Trelew es histórico, pues significa una derrota para la impunidad creada hacen 40 años.

LOS QUE DERROTAN A NUESTRO ENEMIGO. . .
Alicia de Bonet, la viuda de Pedro Bonet, logró en medio de la dictadura que había asesinado a su esposo, abrir el ataúd y que se realizara otra autopsia, pese a las amenazas de muerte contra ella y sus hijas e inicio una querella criminal contra el Estado, a pocas semanas del crimen de la Patagonia.
Alicia persistió, renovando judicialmente la demanda criminal cada vez que asumía un nuevo presidente, hasta que logró, en conjunto con los demás familiares y las organizaciones de Derecho Humanos, que se iniciara el juicio que actualmente está juzgando a 5 de los 6 fusiladores.
Hoy, esta misma madrugada, aquí, desde Barcelona, publicamos esta breve crónica, para rendir un homenaje a los revolucionarios que dedicaron su vida y su muerte a la lucha por una sociedad justa y humana.
Un homenaje también a todas las personas que durante 40 años han luchado pacíficamente para derrotar la impunidad de los militares argentinos y de la misma CIA.
Diego Arcos

Epilogo:
LA OTRA VICTIMA: Este aniversario y el juicio que se desarrolla en la Patagonia, ha reavivado muchos debates, uno de ellos es sobre la única víctima de las Fuerzas represivas, el Guardia cárcel Valenzuela, quien no acató la orden de rendirse en el momento de la fuga del penal y cayó muerto en un tiroteo.
Quienes carecen de argumentos para atacar la lucha por los Derechos Humanos, utilizan los legítimos sentimientos de los familiares de las víctimas de la lucha armada popular, para deslegitimar la búsqueda de la justicia.
El Sr. Valenzuela era un represor profesional, había decidido dedicarse a reprimir presos, cobraba por estar dispuesto a usar las armas para asesinar ciudadanos argentinos y en este caso, a ciudadanos encarcelados por huelguistas, manifestantes e incluso, ciudadanos que apelaban a la lucha armada.
Murió cumpliendo el deber por el que cobraba, asumido libremente por el mismo, una decisión que incluía la protección de los torturadores que actuaban en esas cárceles. No es aceptable una equiparación, entre un profesional de la represión y la tortura y quienes ofrecen su vida para enfrentar la explotación, la injusticia y la impunidad de un gobierno dictatorial como el que gobernaba en 1972 y que se revelaría como un régimen criminal.
Valenzuela tuvo la oportunidad de rendirse, los otros represores que si lo hicieron fueron respetados.
Nuestros compañeros no tuvieron esa oportunidad. La familia de Valenzuela tiene toda la legitimidad humana para expresar su dolor, pero ese dolor, totalmente respetable, no ocultará que murió defendiendo un régimen criminal, por tanto ningún reconocimiento ni piedad.

RECURSOS INFORMATIVOS Y DOCUMENTALES SOBRE EL 22 DE AGOSTO:

• http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-194396-2012-05-19.html
• http://es.wikipedia.org/wiki/Masacre_de_Trelew
• Entrevista de Francisco Urondo a los tres sobrevivientes http://es.wikisource.org/wiki/La_Patria_Fusilada
• Carta de la esposa de Pedro Bonet al Gobierno Argentino, a 25 años de la masacre http://es.wikisource.org/wiki/Carta_abierta_de_Alicia_Bonet_al_Gobierno_Argentino
• Sitio del film documental "Trelew, la fuga que fue masacre", de Mariana Arruti. http://www.filmtrelew.com/
• Información general sobre los hechos, textos y videos http://www.elortiba.org/trelew.html

Alejandro Ulla (PRT-ERP), Alfredo Kohon (FAR), Ana María Villarreal de Santucho (PRT-ERP), Carlos Alberto del Rey (PRT-ERP), Carlos Astudillo (FAR), Clarisa Lea Place (PRT-ERP), Eduardo Capello (PRT-ERP), Humberto Suárez (PRT-ERP), Humberto Toschi (PRT-ERP), José Ricardo Mena (PRT-ERP), María Angélica Sabelli (Montoneros), Mariano Pujadas (Montoneros), Mario Emilio Delfino (PRT-ERP), Miguel Ángel Polti (PRT-ERP), Pedro Bonet (PRT-ERP), Susana Lesgart (Montoneros),
Heridos que lograron sobrevivir:, Alberto Miguel Camps (FAR - Desaparecido luego en 1977), María Antonia Berger (FAR - Desaparecida en 1979), Ricardo René Haidar (Montoneros - Desaparecido en 1982)

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