BICENTENARIO DE LA REPUBLICA ARGENTINA
Un mensaje para las personas argentinas, que están aisladas por el mundo. (en tres partes)
Primera parte:
Hoy se cumplen dos siglos de la existencia de nuestra Patria.
Por fin llegó el tan anunciado Bicentenario, la sociedad argentina asiste a una celebración sin precedentes, basada en un discurso popular, cultural, social y mucho mas positivo que el del Centenario de 1910.
El eje central son las actividades culturales, las referencias identitarias y socio políticas de la argentinidad. Un trascendente detalle: las actividades culturales, los conciertos etc., son todos gratuitas.
Millones de compatriotas disfrutando de un acontecimiento histórico hasta los caracúes.
Pocas veces se pudo asistir a una exhibición artística tan amplia y masiva.
PARTICIPACION intensa de las colectividades, organizaciones y entidades culturales. En una situación bastante democrática.
La observación lejana de los que estamos expatriados, se resume en una sola sensación: envidia, sana pero envidia pura.
Todos los medios de comunicación nacionales y muchos extranjeros dedican suplementos especiales a la conmemoración y muy particularmente a la reflexión, sobre estos dos siglos y su resultado.
Muy lindo todo. Pero también muy lejano…

Segunda parte:
Celebrar o no celebrar, esa es la cuestión.
Quien tenga la seguridad de que estamos en circunstancias de celebrar, que tire la primera serpentina, o para ser mas actuales, el primer fuego artificial made in china.
Los movimientos sociales no están para celebrar.
Los sindicatos no mucho.
Las clases explotadoras y enriquecidas, no necesita un bicentenario para celebrar, ya tienen razones para hacerlo cada vez que cuentan beneficios obtenidos con el sudor ajeno y la soja propia…
Los represores no tiene nada que celebrar, los movimientos de derechos humanos, si, y mucho.
SE utilizan adjetivos en proporción directa a la cantidad de analistas: homenajear, celebrar, recordar, analizar, ponderar, etc.
En cualquier caso, como a los que somos de Argentina, no nos tienen que empujar para darle a la sin hueso y para hacer funcionar el tarro, con o sin diván, la cuestión es que el Bicentenario sirve para mirar para atrás, pensando en el mañana.
La producción literaria es ingente.
Muy lindo y muy sesudo. Pero también muy lejano.

Y POR ESPAÑA COMO ANDAMO?
Mal pero acostumbrados, Diógenes dixit.
La comunidad argentina en España ha exhibido su pobreza organizativa, de hecho, este bicentenario ha demostrado que hay una colectividad, pero no hay una comunidad.
El servicio diplomático argentino en el Estado español no celebró el Bicentenario. Un par de charlitas en Madrid, pero me refiero a actividades de barrio, de esas que la Casa de America programa varias por semana. Para que no podamos decir que no hicieron nada.
Porque la RTEALIDAD 8 QUE ES LA UNICA VERDAD, General dixit) NO hicieron nada, ni la Embajada algo serio y el resto de consulados, nada. NADA.
Nada de nada.
Las pocas entidades que hicieron algún asadito, hicieron eso, un asadito.
Contando con los dedos de las manos, te sobran unos cuantos.
El peor ejemplo es Barcelona: una sola entidad, de hecho, controlada dos veteranos, ya en la recta final y unos cuantos voluntarios meritorios, que habrán logrado el sueño de tener unos centenares de argentinos comiendo asado barato un día de sol.
Una proeza muy sencilla de lograr: reunir argentinos alrededor de una mesa con una parrilla cerca.
Conclusión hispana de este bicentenario: hay una colectividad argentina en el Reino de España, sin dudas, formada por casi 300.000 argentos/as.
¿Pero, existe una comunidad argentina?
No. No existe.
Las celebraciones sirven entre otras cosas, para verificar la realidad.
La grandioso y para disfrutar, esta muy, pero que muy lejos, en cambio, la realidad lamentable, que entristece el Día de la Patria esta aquí, en la comprobación que el Sr. Embajador, don Betini, solo esta por una labor: mantener grandes negocios…
Epilogo, tras la presencia fugaz de la Sra. Presidenta:
La clave de todo esto, se puede verificar con lo sucedido en Barcelona, durante la visita de CFK, por cierto, la primera de un presidente (una, en este caso) a Catalunya en dos siglos. La Sra. Presidenta hizo lo que sabe hacer muy bien: apabullar con su excelente oratoria a un auditorio de magnates y mandantes e IGNORAR OLIMPICAMNTE A LOS ARGENTINOS.
Como vamos a tener una Comunidad, si los máximos proyectos que los “dirigentes” nos proponen, es la actividad más básica del bicho argentino: deglutir carnes bien asadas, mientras la Presidenta, pasa de trescientos mil paisanos…
Por lo menos, tuvimos el consuelo de poder recibir a dos osos hormigueros, llegados desde Florencio Varela al Zoo de Barcelona.
Vaya panorama en este Bicentenario, entre pingüinos y osos hormigueros…
Diego Arcos