MIGRACIÓN , CRISIS Y FIESTAS DE FIN DE AÑO

La decisión de emigrar puede devenir de una crisis colectiva, social , política, económica pero también da cuenta de una personal, ya que el migrar es un acontecimiento vital y subjetivo.
El hecho de partir implica un cambio en lo que rodea a la persona, vínculos familiares, sociales, culturales, lengua o formas de expresión, por lo tanto de pérdidas y al mismo tiempo es una fuente de expectativas.
Pero lo que no cambia es la constitución subjetiva que condiciona su relación con los otros, el sujeto va a todas partes con las marcas que le son propias y que afectan el sentido que tiene de su realidad.
En una época como la que vivimos en la que el individuo para los mercados no importa demasiado o más bien nada, la emergencia de la crisis es un déficit de la palabra, ya que el sujeto se ve afectado por la necesidad de inmediatez en la resolución de los problemas, encontrando muchas veces una salida farmacológica que responde a esa urgencia.
Este periodo de fiestas de navidad y fin de año donde se evoca tanto el nacimiento como la finitud puede provocar un estado de añoranza ante la ausencia de vínculos interpersonales y la imposibilidad económica de reencuentro. Es importante darse tiempo para poder dar una buena resolución a este proceso con recursos subjetivos como la capacidad de hacer frente a la pérdida, manejar la separación, soportar la soledad y crear nuevos vínculos e intereses, retomando la palabra, si es necesario ,con ayuda profesional.
Buenas Fiestas y feliz comienzo .

Lic. M. Cristina Bruno
Psicóloga ( Col.17932)
Coord. Área Psi
Casal Argentino de Barcelona