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LA DECLARACIÓN DE INDEPENDENCIA DE LA ARGENTINA
2011-07-09
Sección LOS ARGENTINOS HACEMOS COSAS
LA DECLARACIÓN DE INDEPENDENCIA DE LA ARGENTINA

LA DECLARACIÓN DE INDEPENDENCIA DE LA ARGENTINA
9 de julio de 1816.
Esta es la primera entrega de la Escola Argentina Catalana. Prof. Fuentealba, dedicada a una efeméride tan importante como el nacimiento de nuestro país.
Comenzamos utilizando los recursos on line del portal Educ.ar, donde se encuentran materiales pedagógicos de alta calidad técnica y clara exposición, con recursos lúdicos, y didácticos.
EDAD
El gran problema a resolver es la edad de los “alumnos” a los que nos dirigimos, como se trata de una versión virtual de la EACAT, no sabemos si son de Jardín, de primaria o de Secundaria.
A medida que las familias se vayan relacionando con la EACAT, iremos definiendo mejor el tipo de materiales que difundimos.
Coordinación EACAT.

Presentación del tema:
Declaración de la Independencia (1816)

El Congreso de Tucumán, reunido con el objetivo de declarar la independencia, inició sus sesiones el 24 de marzo de 1816. En él participaron representantes de las provincias que admitían la autoridad del Directorio; es decir, no estaban representadas las de la Liga Federal ni las ocupadas por los realistas.

El Congreso Nacional tomó como primera medida la elección de un Director Supremo capaz de mantener el orden y restaurar la autoridad central. Era importante que este hombre fuera apoyado tanto por el interior como por la capital, para evitar conflictos y divisiones. Finalmente fue elegido Juan Martín de Pueyrredón, hombre aceptado tanto por las provincias como por Buenos Aires.

La consolidación de la unión Nacional fue otro de los objetivos del Congreso, por lo que se dispuso la intervención del ejército en las provincias en que se manifestaban movimientos localistas.

Finalmente, la Declaración de independencia de la Argentina se concretó públicamente en la sesión del 9 de julio de 1816. El secretario Juan José Paso leyó la proposición y preguntó a los diputados si querían: “Que las provincias de la Unión sean una Nación libre e independiente de los reyes de España y su metrópoli”. Los diputados la aprobaron por aclamación y luego individualmente.

Se fijó la fórmula de juramento y se ordenó que en todos los lugares de las Provincias Unidas se procediese a proclamar y jurar la Independencia. Debían hacerlo las autoridades, el ejército, las corporaciones y el pueblo.

La Independencia significó la voluntad de la Nación de asumir su soberanía y conducir sus destinos y fue un paso fundamental para organizar el Estado Nacional.

El día 19 de julio el diputado Pedro Medrano propuso agregar al texto del acta, a continuación de la propuesta de emancipación, “de los reyes de España, sus sucesores y metrópoli”, la expresión “y de toda otra dominación extranjera”. Su propósito era desvirtuar los rumores de un acuerdo con los portugueses para establecer un protectorado lusitano. La propuesta fue aprobada por unanimidad.

El 25 de julio el Congreso decidió la oficialización de la bandera celeste y blanca, en el rango de bandera menor. La bandera mayor, llamada de ceremonias en la actualidad, fue aprobada el 25 de febrero de 1818, incorporándose el sol en el centro de la franja blanca.
El Problema de la Organización del Estado

Si bien siempre habían existido, al declararse la independencia y hacerse patente el hecho de que era necesario organizar el país, se plantearon dos posturas con respecto a la organización de la América Española: la Americanista y la Localista.

La posición Americanista proponía la unión entre los pueblos de la América Hispana; sus objetivos eran unir fuerzas para terminar con las guerras de independencia y organizar un sistema político estable que garantizase la unión.

La posición localista defendía a la unión de los hombres con una ciudad o región; y temían que una unión que abarcase tantos países y tanto terreno demorase la recuperación y organización regional. Los localistas temían perder poder o fuerza con esta integración. Rivadavia era uno de los principales representantes de esta posición.

También surgió el problema de la forma de gobierno; entre las distintas opciones había un sector que defendía la monarquía constitucional por considerarla un sistema estable que garantizaba el orden y los derechos de los hombres.

Belgrano propuso establecer una monarquía constitucional que recayese en un descendiente de los Incas; si bien el proyecto fue bien recibido por representantes del Alto Perú y ciudades norteñas y contaba con el apoyo de San Martín y de Güemes, los hombres de Bs. As. se manifestaron en contra, ante la posibilidad de perder su posición hegemónica. Los representantes de Buenos Aires propusieron ofrecer la corona a un príncipe europeo. El más despectivo de tales diputados ante la entronización de un rey quechua fue Tomás de Anchorena, diputado por Buenos Aires, que no obstante defendió el sistema federal.

A comienzos de 1817, el Congreso se trasladó a Buenos Aires y postergó el tratamiento de la forma de gobierno, pero los planes monárquicos continuaron en el seno del mismo.





Tucumán en 1816
Desde los comienzos de la Colonia, San Miguel de Tucumán había sido una ciudad importante. Era el paso obligado en la ruta que comunicaba el Potosí con el puerto de Buenos Aires.
Como en la región abundaba la madera, la ciudad se hizo famosa por la fabricación de carretas de excelente calidad. También se producían ponchos, frazadas y fajas. Las tejedoras indígenas los realizaban con antiguas técnicas y los teñían con tinturas vegetales de la zona.
Después de la revolución de mayo de 1810 y con el comienzo de las guerras de la independencia, la tranquila vida tucumana se alteró completamente. En 1812 se libró una batalla en las afueras de la ciudad, muy cerquita: la batalla de Tucumán. Durante los años siguientes se respiraba en el aire el olor a pólvora y todos temían un nuevo ataque del enemigo. Por ese motivo, a las diez de la noche había que suspender las actividades: no se podía circular por las calles, ni tampoco dejar ninguna lámpara encendida. A las diez en punto, Tucumán quedaba a oscuras.

Antiguo grabado que representa la Plaza Mayor de San Miguel de Tucumán.
Este grabado de la época muestra la Plaza Mayor (hoy Plaza Independencia) de la ciudad de San Miguel de Tucumán. ¿Qué edificios importantes reconocés?
¿Por qué el Congreso se reunió en Tucumán?
Varias son las razones. Pero la más importante quizás fue el hecho de que los españoles estaban ganando batallas y recuperando territorio en las provincias del norte. Las tropas realistas avanzaban desde el Alto Perú, y solamente estaba el general Martín Miguel de Güemes defendiendo el paso en Salta. Si los españoles lograban llegar a Tucumán, era muy probable que pudieran avanzar hacia Buenos Aires. Hacer el Congreso allí era, en cierto modo, una demostración de fuerza, una manera de defender la revolución. Otra razón importante fue que los diputados del interior eran mayoría y querían ponerle un límite al poder de Buenos Aires.
La ciudad de la independencia
En ese tiempo San Miguel de Tucumán era una pequeña ciudad. La decisión de realizar allí el Congreso trajo algunos inconvenientes: iban a llegar muchas personas de golpe y la ciudad no estaba preparada para dar alojamiento a tanta gente. Tampoco había un lugar lo suficientemente grande como para realizar las reuniones del Congreso.
Pero las cosas finalmente se resolvieron. Algunos congresales fueron alojados en casas de familias tucumanas, cerca de la Plaza Mayor y el Cabildo. Otros pudieron ubicarse en los conventos o en las casas de algunos sacerdotes. Una señora tucumana, Francisca Bazán de Laguna, prestó su casa -la más grande de la ciudad- para que se realizaran las sesiones del Congreso, y hasta permitió que se derribaran paredes interiores para conseguir una sala más amplia.

Plano de San Miguel de Tucumán en 1816, Álbum General de la provincia de Tucumán, 1916.
Este plano muestra las dimensiones de San Miguel de Tucumán en 1816. ¿Cuántas manzanas tenía?
Se hace camino al andar
En aquellos tiempos, los viajes de una ciudad del antiguo virreinato a otra eran largos e incómodos. Los caminos, de tierra y mal mantenidos. Durante la época de lluvias casi no se podía transitar, así que viajar en esas condiciones era bastante peligroso. De tanto en tanto los viajeros hacían paradas en el camino, en lugares especiales llamados "postas". Eran sus únicas oportunidades para lavarse, tomar o comer algo y descansar. Mientras tanto, se cambiaban los caballos cansados por otros, se cargaba agua fresca y se arreglaba algún desperfecto del vehículo.

Tropa de carretas, acuarela de Juan León Pallière, 1858.
En la época colonial, la carreta fue uno de los medios de transporte más utilizados para trasladar mercaderías y personas de un punto al otro del antiguo virreinato. Generalmente circulaban varias juntas, en las llamadas "tropas de carretas". Se construían en Tucumán. Los techos se hacían con cueros y la caja con junco tejido, mientras que las ruedas y la base eran de madera. Las ruedas medían más de dos metros de altura. ¿Por qué sería?

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